lunes, 11 de marzo de 2013

Mi almohada, su nombre

Pues si, o parece una chorrada, o parece lo típico, pero lo he hecho. A partir de ahora, mi almohada se llamará como él. La abrazo y aplasto y me acurruco en ella como me gustaría hacerlo en él. Lástima que no pueda hablarle y llamarle por teléfono, y así le evitaría demasiadas lluvias a mi querida almohada, que nada ha hecho para merecer mis ralladas, pero nada, que no puede ser así. No hay semana que como mínimo no caiga un chaparrón sobre su sábana. Siempre por él. ¿Por qué o por quién iba a ser si no?

No hay comentarios:

Publicar un comentario