miércoles, 27 de febrero de 2013

Yo te querría decir...

Yo te querría decir todo lo que siento, todo lo que te aprecio. Que quise decirte en San Valentín todo lo que sentía. En un principio, era lo que tenía en mente, pero no conseguí ser valiente y reunir el valor suficiente para contártelo. Tengo miedo. Miedo de que un día te enteres y me tengas asco. Que no me mires, y si lo haces sea para verme de pies a cabeza con caras de circunstancia y sin saber que hacer, pero sí que pensar; que esa niña tonta de ahí delante no merece la pena, que no merece ni la vida que tiene, ni respirar. Tengo miedo. Mucho miedo. Mucho miedo a que puedas pensar eso de mí. Y me asusto. No quiero. Me niego a que lo hagas, de modo que me refugio en mi mente y cuerpo para fantasear con mis ideas y mi imaginación, y  la vez, pensando que nunca llegaré a ser lo suficiente para ti.

Me da igual que seas diferente, que no seas como los demás. Eso es precisamente lo que busco, que no seas igual. Me dicen como eres, y me hablan sobre tu forma de actuar, y la cantidad de tonterías que puedes llegar a decir, pero a mi me gustan y me rio. Si me rio sin verlo, ¿cómo crees que me sentiría al verte? Ya te lo digo yo: muy orgullosa de que me gustes tú y no los típicos pijos que les molan a todas. Soy diferente. Tú también lo eres. Y me alegro por ello. Por los dos. Creo tener la suficiente personalidad para haberte escogido, y me da igual lo que diga la gente. "¿Cómo puede gustarte él? ¿Le has visto? No es como los otros, es raro, es amorfo." Lloro. Siento decirlo, pero lloro pensando que la gente pueda pensar eso de ti. Tú para mi eres perfecto, no hay cosa mejor. Te quiero con todos tus defectos y todas tus imperfecciones. La clave es esa: que TE QUIERO.

No hay comentarios:

Publicar un comentario